lunes, 17 de marzo de 2008

sigo preguntándome...

Decidido a terminar con la perseverante espera
Harto de tragar ásperos comentarios
Cansado de hablar sin ser atendido
Olvidando las buenas formas en las que había sido educado
Me hice una pregunta que aún hoy no logro (o quiero) responder
A la que no supe encontrar sentido
Y que no conseguí evadir, o fingir haber escuchado

Y simplemente… dejé que empequeñeciese en el olvido
Acompañada de algún satírico comentario
Para hacerla más vulnerable
Demostrándome lo poco significativa que podría llegar a ser para mi
Autoengañándome una vez más
Pero haciéndome sentir seguro y acertado al fin y al cabo





- "¿A qué demonios estás esperando?"



Permítanme arriesgarme con un consejo, "no desperdicies las oportunidades que se te ofrecen escondiéndote tras la aparente protección de la gran farsante: la cobardía"
admito que ha podido cegarme en innumerables ocasiones, pero...

a quién no

1 comentario:

Víctor Bermúdez. dijo...

La aparente protección de la gran farsante.
No desperdiciar.