jueves, 21 de agosto de 2008
Sweet teddy bear
Impasible, no movía un pelo mientras le observaban, no le gustaba llamar la atención aunque sin ser su principal intención, es lo que lograba.
Estaba hecho de un blanco luminoso y un negro radiante.
Desnudo, sentado, cansado, sereno, portaba alrededor de su frente una cinta verde y roja que solía utilizar como corbata en sus batallas, tiempo atrás.
Muchos años había permanecido olvidado en su rincón, ahora era imposible pasar a su lado sin detenerse y sonreirle;
sin darte cuenta.
Los demás le odiaban, aunque no podían evitar sentirse de alguna extraña manera atraidos por su presencia.
Se limitaba a mirar al frente, esperando su momento. "Algún día" (pensaba en voz baja).
Todos querían ocupar su lugar, pues era él quien la acompañaba en las noches interminables, susurrándole al oído nanas, y cuentos de piratas y casitas encantadas que invadían sus sueños, mientras ella le rodeaba entre sus brazos y finjía no escucharle.
domingo, 13 de abril de 2008
Las cosas marchan, no sé si para bien o para mal; nuevos acontecimientos dan un giro a los matices de las apariencias, nuevas bromas, nuevos extraños, nuevas excepciones; más de lo mismo y más curiosos e insólitos descubrimientos; menos sorpresas y menos sensación de haber perdido el tiempo.
Las cosas marchan, algunos piensan que no debería emocionarme hasta la embriaguez cuando escucho esa canción con la que las anécdotas vienen de la mano; cuando río hasta llorar acompañado de nuevos lugares y compañía; creen que no debería entristecerme cuando veo el final de una película terminada en injusticia o ignorancia.
Aún así, y me paraliza la ilusión al pensarlo, todavía llego a desconcertarme con pequeños detalles únicos, culpables de ese gesto de júbilo que diseña ahora mismo mi sonrisa; no sé si para bien o para mal
…solo se que las cosas marchan
lunes, 17 de marzo de 2008
sigo preguntándome...
Harto de tragar ásperos comentarios
Cansado de hablar sin ser atendido
Olvidando las buenas formas en las que había sido educado
Me hice una pregunta que aún hoy no logro (o quiero) responder
A la que no supe encontrar sentido
Y que no conseguí evadir, o fingir haber escuchado
Y simplemente… dejé que empequeñeciese en el olvido
Acompañada de algún satírico comentario
Para hacerla más vulnerable
Demostrándome lo poco significativa que podría llegar a ser para mi
Autoengañándome una vez más
Pero haciéndome sentir seguro y acertado al fin y al cabo
- "¿A qué demonios estás esperando?"
Permítanme arriesgarme con un consejo, "no desperdicies las oportunidades que se te ofrecen escondiéndote tras la aparente protección de la gran farsante: la cobardía"
admito que ha podido cegarme en innumerables ocasiones, pero...
a quién no
viernes, 14 de marzo de 2008
Si tan sólo son palabras
Existen muchas formas de expresar aquello que sientes sin necesidad de articular palabra;
una mirada a ciegas,
un gesto sin expresividad,
una caricia desgarradora.
Pero también existen muchas, excesivas formas de hacer más vulnerable si cabe la soberanía de una decisión, simplemente con el mal uso de la vanidad.
Sabor a calle húmeda y vacía después del aguacero que tras empaparnos, nos dejó expuestos al frío de la nostalgia.
Olor a madera e incienso perfumado mientras caminas hoy, harto de memorias del ayer.
Visión de lo abstracto e interpretación de lo subjetivo.
Si tan sólo son palabras, me pregunto por qué me hieren como el filo de una hoja o la sequedad de una sonrisa, desarmada pero ofensiva y perniciosa sin pararte a pensar y darte cuenta.
Puede que no quieras darte cuenta.
lunes, 10 de diciembre de 2007
Solía caminar entre las caducas hojas desprendidas, jugando a no pisarlas. Le gustaba derrochar el tiempo en travesuras, y detenerse a contemplar cómo ascendía el nítido vaho que emanaba de su boca, deleitándose con el contraste que producía en la oscuridad las noches cerradas.
Entre su apacible rutina, le maravillaba sentarse en el anticuado pero íntimo sofá de su habitación, acomodada bajo una carismática manta, obsequio de antaño. Allí, iluminada tenuemente por una débil bombilla al borde de la expiración, desgastaba sus libros, se dejaba abstraer por la música, o lloraba la ausencia/carencia de demasiadas cosas.
No le agradaba el altruismo, por la cruda razón de que nunca había estado más conforme con la idea de que todo acto se lleva a cabo por un inciso de egoísmo.
Ella sin embargo, no era así.
Recortaba cuidadosamente las entradas de museos, conciertos, teatro, cine, postales, fotografías; todo lo que, en alguna medida le hiciese saborear de nuevo cada una de esas “piezas de arte” de las que había podido disfrutar.
La gente se extrañaba, preguntándose cómo una niña como ella podía ser a la vez tan viva y marchita al mismo tiempo. Tanteaban las preguntas que debían hacerle. Como si de una esencia se tratase, una fragancia que se llegaría a difuminar en un soplo de aire.
Ella sin embargo, no era así.
muecas
Tras fingir sonrisas, o más bien muecas por falta de entusiasmo
Tras reorganizar lo que me rodea una vez más
Me dispongo a organizarme a mí
Al menos esa es mi intención
“La intención es lo que cuenta”
"Lo importante es participar"
Te desenvuelves bien interpersonalmente
Te agrada ese resentimiento que presupones tienen hacia ti en determinadas ocasiones
Te ofende la mirada “sincera” cuando en realidad no lo es
Te gusta el olor a pan recién hecho cuando te despiertas rozando la hora de comer
Por qué tan tarde
Te has parado a pensar, que cualquier día ¿no quedará para ti?
No tienes ganas de despertar
Quizás… simplemente no tengas ganas de levantarte
No hace falta, por ahora
Disfruta de aquel momento
Cierra los ojos y deja que la música te hiera, o se apiade de ti
(Guárdame el secreto… esa arpía puede ser muy cruel si se lo propone)
Bien
Piensa
Qué te pasa
Qué ocurre
Confusamente no se muy bien que significa todo esto, siendo consciente de que en 23 frases he conseguido expresar lo que realmente quería contar, y no encontraba la forma precisa.
Ahora, ¿me entiendes?
domingo, 2 de diciembre de 2007
insomnio
Indagaba en la sociedad que tanto odiaba para no permanecer en soledad.
Ansiaba el contacto con las personas, que tanta confusión y detrimento le habían proporcionado.
Sus manías le hacían cada vez más reflexivo, abstraído en mil teoremas, muchos de los cuáles aún permanecían sin respuesta. Política, utopías, relaciones, anécdotas… todo ello envuelto en un lienzo pintado a base de pasado y presente. Donde principalmente resaltaban los detalles cincelados a causa de la inquietud y el desasosiego.
Noches en vela.
Meditabundo, abstraído por el aroma del éxito fracasado que no lograba olvidar.
Por un momento percibió un destello, pensó que quizás esa sería la solución.
No lo era.
Así que volvió a recogerse en su rincón para no tener que dar explicaciones ni ser perturbado por impertinentes preguntas que no le resolvían nada.
Una vez más cogió su anticuado monóculo y en silencio se paró a observar.
Hizo acopio de sentimientos opuestos… y ganas de llorar.
No obstante no perdía la ilusión, pensaba que si se esforzaba un poco más, algún día estaría en su mano el poder ver esa estrella que hacía tiempo buscaba, y que sólo había conseguido percibir débilmente en sus sueños.
Cuando el día llega a tener 28 horas, la carencia de sueño amortigua las ganas de mantenerte activo, y aún más soportar compañía. Pero la soledad te asusta. Piensas en mil soluciones que intentas llevar a cabo, pero por suerte o por desgracia, no funcionan.
Otra noche más en vela, pero al fin encontró su anhelada estrella, eso sí, tuvo que recurrir a la odiosa tarea de pedir ayuda... (no había cosa que más aborreciese)
domingo, 28 de octubre de 2007
una palabra para cada recuerdo que me devuelve al pasado
un recuerdo por cada tontería que vivimos juntos
una tontería por cada momento que desperdiciamos
no conozco la razón, que va
y sin embargo pienso con agrado en las canciones que cantamos
los bailes que bailamos
los juegos a los que no jugamos
un abrazo en un momento de euforia
un beso vacío de contenido
una novela con final aún por escribir
una estrofa escrita sin sentido
quietud ante una tarde de lluvia
locura de un viernes chistoso
atrevimiento de una noche en vela
...absurdo ruido silencioso
ella
En sus manos, un pañuelo desgastado del que se bastaba para refugiarse de sus recuerdos.
En su mente, una imagen pasada que no podía olvidar.
Lágrimas, suspiros y manos temblorosas. Inquieta, y a la par sollozando por dentro. Sentada sobre el asfalto, con los ojos rojos de tanto lamento, se apoyaba sobre una columna de piedra. Cuando intuyó que me encontraba cerca de ella agachó aún más la cabeza, tratando de justificarse; ruborizada. Le invité a un abrazo y compañía. Se mostraba reticente, pero al final logré acercarme a ella un poco más.
Estuvimos hablando durante horas, finalmente logré hacerle sonreír. Su mente no se hallaba por completo conmigo, yo lo sabía, ella también, pero ninguna de las dos quiso importunar haciendo cualquier comentario al respecto.
En el fondo, ella simplemente necesitaba alguien que le acompañase aquella tarde de lágrimas y reflexiones. A veces también vuelve a mi ese entresijo de nostalgia y abatimiento. Es más, cuando entonces nos despedimos y ella se dió la vuelta, no pude evitar llorar un poquito sin darme cuenta, como si esas falsas lágrimas quisieran parte de mención en la historia que acabo de recordar.
jueves, 30 de agosto de 2007
a las diez, en el mismo lugar de siempre
Debatiendo sobre aburridas contradicciones sin llegar a ninguna conclusión.
Charlando acerca de antiguas amistades y futuras expectativas, acerca de planes, propósitos, objetivos aún por cumplir.
Habían rememorado encuentros como aquel, mucho tiempo atrás, cuando todavía todo era diferente, pero al mismo tiempo todo era igual.
Comentarios acerca de las oportunidades desaprovechadas; de lo cual no se arrepentían en absoluto.
Risas, y más risas.
Complicidad y desahogo, críticas oportunas, pero sin ninguna mala intención.
Se hacía tarde, así que decidieron volver a casa.
miércoles, 29 de agosto de 2007
¿Como te encuentras? Me preguntaba si te irá tan bien como afirmabas que te iría a partir del día en que nos despedimos, quizás incluso mejor de lo que esperabas, no es así?
No he recibido noticia tuya alguna, y el alivio y la preocupación que siento por ello logran confundirme, solo a veces.
Tras varias improcedentes cavilaciones, he llegado a la conclusión de que ahora, lejos el uno del otro evitamos caer en los agrietados socavones erosionados tiempo atrás a base de miedo… y odio.
No te guardo rencor, no pienso en ti mas de lo que lo hacia antes, no quiero volver a verte, pero tampoco quiero pensar, que puede pasar el tiempo, tanto, que no te reconozca cuando nos crucemos, camino de algún lugar al que no se si llegare, o solo soñare con alcanzar.
La ultima vez que hablamos, por motivos que desearía, no hubiesen ocurrido, supe que sería la última. Ni te lo agradezco ni me apena demasiado pensarlo, debido al curso de los últimos acontecimientos ambos sabíamos que algún día acabaría sucediendo.
Ahora, un vacío, algo que nunca nada podrá colmar de nuevo, una cicatriz que desearía no poseer, se lamenta, abatida por no lograr pasar pagina, sabiendo que quizás en mucho tiempo, siga teniendo esas indescriptibles ganas de acabar contigo.
No te odio tanto como crees, en absoluto, es más, te añoro.
miércoles, 27 de junio de 2007
:)
Hoy no me apetece lloriquear, o arrepentirme por las cosas que aún me quedan por hacer.
Hoy he salido a la calle y entre prisas, risas y despistes he olvidado qué estaba haciendo, mientras caminada pensando en ti.
Hoy no he tenido un minuto para arrepentirme de nada de lo que he hecho.
Es más, tampoco he tenido un minuto, para pensar qué estaba haciendo.
Ni siquiera para disfrutar de todo lo que me ha pasado, pero no importa, porque es verano.
Y me gusta.
Y me gustas.
Y te añoro.
Y me voy lejos, muy lejos.
Y hoy puedo respirar aliviada porque todo ha salido bien.
Próximo destino... cualquiera cerca de un enorme helado de coco con chocolate....